Ha sido una sesión bajo la lluvia, pero ¡lo hemos pasado bomba igualmente!. En la sesión del lunes nos acompañó el Sol y el calor, si bien en la sesión de hoy no hemos tenido esa suerte, de igual manera, Miguel Ángel nos ha contagiado con su sonrisa, Diego B. nos ha hecho disfrutar al compartir su alegría con nosotros, Noah nos ha vuelto a enamorar y David y Diego han demostrado su valentía.

Hemos tenido la suerte de hacer dos sesiones a modo de recordatorio, con el grupo de investigación que tuvimos en el año 2008, comprobando con mucha ilusión y admiración, cómo han avanzado estos pequeños a nivel motor, a nivel cognitivo, en el lenguaje y otras formas de comunicación, en el mantenimiento de la atención… ¡Y LO QUE HAN CRECIDO!

Lo más llamativo de estas sesiones recordatorias ha sido el hecho de que a pesar del tiempo pasado, de lo jóvenes que son y de la corta edad a la que recibieron la terapia, parecían recordar los diferentes lugares que componen la terapia (piscina, vestuarios…), así como a Curro y Aragón, mostrándose relajados y tranquilos desde el comienzo de la sesión, manteniendo una actitud muy positiva y participativa durante todas las etapas en que se divide la terapia. Y al aparecer los animales, sus caras se iluminaron, dibujando una sonrisa que expresaba el agrado de volver a verlos. Asimismo, se ha observado un incremento desde las sesiones del 2008 a las actuales, en las reacciones positivas y de afecto hacia el león marino.

Según los datos recogidos en las sesiones del 2008, podemos comprobar como en ese año, se consiguió un aumento del contacto visual, mantenimiento de la mirada y seguimiento visual del animal. Se observaron mejoras en la atención, concentración en la realización de la tarea y en su capacidad de alerta ante el entorno. Observamos mejoras en la orientación y búsqueda de estímulos, tanto visuales como auditivos. Un descenso en la espasticidad y un incremento de movimientos voluntarios.

En estas últimas sesiones, hemos encontrado como el avance que se ha dado en estos pequeños desde la última vez que los vimos en el 2008, ha ayudado a que la terapia fuese más completa y a disfrutarla al máximo, encontrándose en general, un buen nivel de atención y concentración, una mejora en el control postural y movimientos, buena interacción social y reacciones de afecto hacia el animal, incremento en la expresión de emociones, pero ante todo, el estado de animo positivo y bienestar generalizado que han presentado.

Nos sentimos orgullosos y afortunados todos los miembros del equipo TAO, de haber tenido la suerte de encontrarnos de nuevo con todos ellos y la oportunidad de conocer a los nuevos hermanitos de Noah y Miguel Ángel, así como de disfrutar de la buena noticia que nos dio Asun, ya que viene también un hermanito para Diego B. Pudimos ver como Jorge, con tan sólo 8 meses, disfrutaba de un baño con Curro tras la terapia de su hermano Miguel Ángel. Pero lo que más nos gustó de todo, es ver como los niños se superaban a sí mismo y lo bien que lo pasaban compartiendo su tiempo con Aragón y Nerón.